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«Alí y Nino», un amor transcaucásico en época de guerra

En los tiempos que corren existe una nueva categoría literaria que se conoce como «novela histórica». Este subgénero de la novela, como su nombre lo dice, narra historias que acontecen en un tiempo pasado para dar a conocer así costumbres, características y hechos de ciertos períodos de la historia de la humanidad. Sin embargo, si se quiere sumergirse en el pasado, pocas cosas hay mejores que leer una obra creada en el tiempo que se quiere explorar y Alí y Nino es un ejemplo clarificador.

La novela de Kurban Said —posible seudónimo de Lev Nussimbaum, a quien muchos le atribuyen la autoría— fue publicada en Viena en 1937 y narra la historia de amor entre un azerí musulmán, Alí Kan Shirvanshir, y una georgiana cristiana, la princesa Nino Kipiani, contextualizada en un mundo que atravesaba la Primera Guerra Mundial, conocida en ese entonces como la Gran Guerra. Pero Alí y Nino no es sólo una historia de amor, sino que aborda temáticas complejas de índole político, étnico y religioso.

EL CONTEXTO: CONFLICTOS EN EL MUNDO Y EN EL CÁUCASO

La historia se desarrolla principalmente en Bakú, actual capital de la República de Azerbaiyán, que a principios del siglo XX formaba parte del Imperio ruso. De todas formas, en el relato no sólo se encuentran personajes azeríes y rusos, sino que también toman un rol importante los georgianos y los armenios.

El autor describe cómo los azeríes se encuentran en una incómoda posición ante el comienzo de la Primera Guerra Mundial, pues deben elegir si combatir o no para el Imperio ruso, al cual pertenecen políticamente sin sentirse identificados culturalmente. Es por ese motivo que Alí decide no formar parte de la guerra porque entiende que no es su deber luchar para un imperio que utilizaba a Azerbaiyán principalmente para extraer el petróleo de Bakú.

Sin embargo, como se mencionó anteriormente, Azerbaiyán no es el único país protagonista de esta historia. Porque también están presentes Armenia y Georgia, naciones tan vecinas como distintas culturalmente. Y este detalle no es menor, porque por poco más de un mes luego de la caída del Imperio ruso, los tres se unieron para formar la República Democrática Federal de Transcaucasia, algo que se menciona en la novela.

Justamente esas enormes diferencias culturales entre los países vecinos que se encuentran en la región del Cáucaso fueron las que llevaron a la disolución de ese nuevo Estado, algo que quedó demostrado meses después, cuando los armenios residentes en Azerbaiyán combatieron junto a los bolcheviques, que ya habían accedido al poder en Rusia y fueron en busca de la reconquista de Azerbaiyán por el valioso petróleo.

La región del Cáucaso en la época de la Primera Guerra Mundial.

¿ASIA O EUROPA?

Un eje de la novela es la dicotomía entre Asia y Europa. Entre Oriente y Occidente. Tanto Alí como Nino viven en Bakú, pero no comparten la visión en este aspecto: mientras Alí se define a sí mismo como asiático, Nino se considera una europea.

¿Qué es lo que diferenciaba en aquel entonces a Asia de Europa? El autor describe en su obra a Europa como un continente industrializado, con ferrocarriles, producción masiva y armamento moderno. Por su parte, Asia es mostrado como un continente poco desarrollado pero con un perfil más cultural y espiritual, donde los pueblos que lo integran son felices sin toda esa tecnología emergente en Europa.

Una excepción justamente la constituía Bakú, una ciudad avanzada en aquellos tiempos pues poseía características tanto europeas como asiáticas debido a su posición geográfica. De hecho, esta temática todavía es debatida actualmente, pues Armenia y Georgia son considerados países europeos y Azerbaiyán asiático, incluso a pesar de que están en la misma región.

Es llamativo cómo en la historia esas diferencias pesan en la relación entre Alí y Nino incluso más que la brecha religiosa que los separa y que incluso llegan a superar. Para Nino ser europea es ser superior y diferente de los asiáticos, a quien considera bárbaros por, entre otras cosas, comer con las manos sin utilizar cubiertos.

«Eres un hombre valiente, Alí Kan. Pero, ¿qué es el valor? Los europeos también son valerosos. Tú, y todos los que lucharon contigo, ninguno de ustedes son ya asiáticos. Yo no odio Europa. A mí Europa me resulta indiferente. Tú sí la odias, porque tú llevas dentro de ti un trozo de Europa. Fuiste a un colegio ruso, estudiaste latín, tu mujer es europea. ¿Acaso sigues siendo asiático?»

Kurban Said en Alí y Nino (1937)

LA HISTORIA DE AMOR Y SUPERACIÓN

Por los problemas que debieron atravesar, muchos se ven tentados de calificar a Alí y Nino como un Romeo y Julieta moderno u oriental. Sin embargo, la realidad es que en la historia de Kurban Said los protagonistas no debieron sufrir tanto para estar juntos.

Alí y Nino se conocieron de pequeños y, a pesar de profesar distintas religiones y criarse bajo el manto de diferentes culturas, su relación nunca estuvo mal vista ni sus familias estuvieron enfrentadas. El único obstáculo de esa índole que debieron superar los jóvenes fue la reticencia inicial del padre de Nino, el príncipe Kipiani, quien no aceptaba el matrimonio por las diferencias religiosas existentes. Sin embargo, terminó dando el visto bueno tras ser convencido por un conocido de Alí, el armenio Malik Nakhararyan.

Justamente Nakhararyan terminaría siendo otro obstáculo luego, cuando raptó a Nino para casarse con ella. Esta práctica —que era moneda corriente en aquel entonces en esa parte del mundo— terminó en el rescate de Nino por parte de Alí, quien asesinó al armenio y luego tuvo que exiliarse para evitar la venganza por parte de la familia de Nakhararyan.

Fue en ese exilio en Daguestán —un pueblo ubicado sobre la cordillera del Cáucaso— cuando Alí y Nino terminaron uniéndose en matrimonio. Allí encontraron una felicidad genuina propiciada por la lejanía de los conflictos que asediaban a Bakú, una ciudad a la que luego terminaron volviendo para defenderla de un ataque de desertores rusos.

Tras un paso por Persia para recuperarse de las heridas de guerra, Alí retornó una vez más a Bakú junto a Nino. Allí, mientras se formaba la incipiente República Democrática de Azerbaiyán, la pareja reconstruyó su devastado hogar y vivió una breve etapa de felicidad que incluyó el nacimiento de su hija Tamara, cuyo nombre identificaba en la cultura de ambos. Sin embargo, el período de paz y la construcción de la república se terminaron rápidamente cuando los rusos recuperaron el control sobre Azerbaiyán y terminaron con la vida de Alí, quien decidió luchar por su tierra a pesar de que sabía que sus posibilidades de triunfar ante el enorme ejército bolchevique eran casi nulas.

«Estábamos tumbados en el blando musgo y Nino me miraba a los ojos. Rocé las pequeñas redondeces de sus firmes pechos y absorbí el perfume de su piel y su sabor ligeramente salado. Algo extraño le estaba sucediendo a Nino y esa cosa extraña se transmitía a mí. Su ser era un único sentido y este sentido era la fuerza concentrada de la tierra: el aliento de la tierra».

Kurban Said en Alí y Nino (1937)

LA NOVELA NACIONAL DE AZERBAIYÁN

Alí y Nino representa tan fielmente la cultura azerí que extraoficialmente es considerada como la novela nacional de Azerbaiyán. Sin embargo, no está incluida dentro de la literatura de aquel país porque no fue escrita por un azerí ni tampoco en el idioma nacional.

La cuestión de la autoría es polémica incluso hasta el día de hoy, donde se sigue cuestionando quién escribió realmente Alí y Nino. Más allá de que no hay una definición al respecto, la obra suele atribuírsele a Lev Nussimbaum, un periodista y escritor nacido en Ucrania que vivió en Bakú hasta la invasión bolchevique, que lo llevó a emigrar a Alemania.

Nussimbaum escribió también bajo el seudónimo de Essad Bey y su historia de vida incluso tiene paralelismos con los sucesos relatados en Alí y Nino, como por ejemplo un exilio por conflictos bélicos y también dilemas religiosos, pues Nussimbaum era judío y en su adultez se convirtió al islam.

La primera publicación de «Alí y Nino» en 1937.

LA METAFÓRICA ESCULTURA

El amor que unió a Alí y a Nino marcó a todos los pueblos de la región del Cáucaso. Y si en Azerbaiyán, la tierra de Alí, la obra de Kurban Said es considerada la novela nacional, en Georgia, la tierra de Nino, no quisieron ser menos y decidieron recordar para siempre la historia que narra algunos de los conflictos que marcaron a la nación.

Por ese motivo, en Batumi —la segunda ciudad más importante de Georgia detrás de la capital Tiflis— se inauguró en 2007 una escultura de acero de 8 metros de altura, bautizada también como «Alí y Nino». La creadora fue la georgiana Tamara Kvesitadze —que curiosamente lleva el mismo nombre que la niña que tienen Alí y Nino en la novela—, quien diseñó a dos personas metálicas que se encuentran enfrentadas para terminar entrelazándose y convirtiéndose en un solo ser. Una verdadera metáfora que representa a la historia de amor literaria.

La estatua de «Alí y Nino» en Batumi, Georgia. Video: Wonder World (YouTube).

LA ADAPTACIÓN CINEMATOGRÁFICA

Como ocurre a menudo en la actualidad, el aclamado libro tiene su película. Dirigida por el británico Asif Kapadia, Alí y Nino se estrenó en 2016 y fue protagonizada por el palestino Adam Bakri (Alí) y la española María Valverde (Nino), reconocida por interpretar a Babi en Tres metros sobre el cielo.

A pesar de que el idioma del film es el inglés —que tiene un papel casi nulo en una novela que da lugar a múltiples lenguas—, el resultado es casi perfecto. Porque la adaptación verdaderamente fue una adaptación y respetó a rajatabla la estructura del libro, más allá de algunos detalles insignificantes que debieron ser modificados para que la historia pueda contarse en los 100 minutos de duración de la cinta.

«Alí y Nino», la película de 2016. Foto: PeaPie Films / IM Glogbal / Celtic Films.

Alí y Nino es de esos libros que son verdaderos clásicos aunque no todo el mundo los conozca. ¿Por qué? Porque cuenta una bonita historia de dos personas que renuncian a cosas importantes por el amor que los une. Pero principalmente porque muestra a la perfección las diferencias culturales existentes en el Cáucaso, que siguen estando presentes en un 2020 donde se produjeron tensiones entre Azerbaiyán y Armenia por el territorio de Nagorno Karabaj. Un retrato literario que da cuenta de que el tiempo pasa, pero algunas cosas no cambian.

Imagen destacada: PeaPie Films / IM Global / Celtic Films.

Periodista y escritor. Me gusta contar historias.

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