
«El enigma de París», un atrapante viaje desde la Argentina hacia Francia
En una época en la cual un virus afecta a la humanidad al punto tal de que las personas no pueden abandonar sus hogares, viajar es un lujo que no se sabe cuándo podrá volver a darse. Pero, de todas formas, hay otras maneras de poder viajar y la literatura es quizás uno de los mejores aviones que existen. Una nave que permite trasladarse de un lugar a otro en un abrir y cerrar de ojos. O, en este caso, en una vuelta de página.
Un buen ejemplo podría ser El enigma de París, del escritor argentino Pablo De Santis. La obra, que fue publicada en 2007, es una recomendable alternativa para hacer turismo desde casa en estos duras tiempos en los que, además, no viene mal la lectura para invertir el tiempo libre en cultura.
Como su nombre lo anticipa, la trama de esta novela se desarrolla en París. Allí debe concurrir desde Buenos Aires el personaje principal y narrador de la historia, Sigmundo Salvatrio, quien luego de realizar una prueba de aptitud se convierte en el aprendiz del detective argentino Renato Craig, uno de los más destacados del mundo y cabeza de la agrupación internacional de investigadores conocida como «Los Doce Detectives».
Una de las aristas más interesantes de la narración es justamente la ambientación. Porque no sólo se trata de la elegante capital francesa, sino que además los hechos transcurren en 1889, año en el cual se inauguró la turística Torre Eiffel. En ese escenario se centrarán las vueltas decisivas de una historia que está bien contada desde el principio hasta el fin, pues el suspenso típico de una novela policial se mantiene a lo largo de todas las páginas.

De Santis logró con su trabajo hacer algo distinto dentro de un género que muchas veces cae en los lugares comunes. Con El enigma de París, el autor no sólo capta la atención del lector constantemente al presentar una gran cantidad de personajes tan sospechosos como diferentes entre sí, sino que además transmite las emociones de un protagonista joven e inexperto, en lo que claramente es un enfoque opuesto al de célebres y experimentados detectives literarios como Sherlock Holmes (Arthur Conan Doyle) o Hércules Poirot (Agatha Christie).
La obra fue galardonada con el Premio Iberoamericano Planeta-Casa de América, una distinción que se realizó desde 2007 hasta 2012 con el objetivo de fomentar la literatura en lengua española. De Santis se quedó con la primera edición y de esa forma —además de obtener también un reconocimiento económico— logró lanzar al mercado una novela distinguida por instituciones prestigiosas del mundo literario, algo que queda completamente justificado tras llegar a la última de las páginas y develar el intrigante enigma parisino.
Imagen destacada: Martín Bugliavaz.

