
Jimmy Connors, un tenista récord de perfil bajo
En la actualidad el mundo del tenis está dominado por tres jugadores que rompen todos los límites de la normalidad deportiva: Roger Federer (39), Rafael Nadal (34) y Novak Djokovic (33). Los tres, quienes habitualmente son conocidos como The Big Three, no sólo son los mejores en el deporte que practican en lo que a títulos se refiere sino que, además, constantemente rompen récords de tenistas de otros tiempos. Tenistas que en comparación con ellos parecen terrenales, pero que en su momento supieron marcar una época. Y dentro de ese grupo está Jimmy Connors, que curiosamente parecería ser el que más pasa desapercibido de todos ellos a pesar de que sus estadísticas tranquilamente podrían catalogarlo como un extraterrestre del tenis.
Connors nació en 1952 en la ciudad estadounidense de San Luis Oriental, en el estado de Illinois. En 1970, a sus 18 años, se produjo su debut como profesional cuando jugó en el Abierto de Merion de su país y a partir de allí inició una escalada progresiva que lo llevaría muy pronto a la cima del tenis. En 1971 alcanzó su primera final (en el Abierto de Columbia), en 1972 ganó su primer título profesional (el Abierto de Jacksonville, seguido por otros 4 torneos) y en 1973 se destapó definitivamente conquistando un total de 11 títulos.
Al año siguiente, en 1974, llegaría la primera coronación en un Grand Slam cuando levantó el trofeo del Abierto de Australia tras vencer en 4 sets al local Phil Dent en la final. Sin embargo, eso no fue todo porque ese mismo año también conquistaría otros dos majors: Wimbledon y el Abierto de los Estados Unidos. Así, en un año conquistó 3 de los 4 Grand Slams y sólo le quedó pendiente Roland Garros, un torneo en el que nunca pudo pasar de las semifinales. De todas formas, eso no lo detuvo y a esos 3 trofeos grandes le sumó 5 más: otro de Wimbledon (1982) y 4 Abiertos de los Estados Unidos (1976, 1978, 1982 y 1983). Además, también se coronó en dobles en Wimbledon (1973) y en el Abierto de los Estados Unidos (1975).

Incluyendo los 8 títulos de Grand Slam, Connors ganó a lo largo de toda su carrera la impresionante cantidad de 109 títulos en singles, un logro que lo convierte en el tenista con más títulos de la era abierta. Sin embargo, estadísticamente hablando el estadounidense cosechó tantos récords que incluso hasta el día de hoy, con The Big Three todavía activo, sigue conservando muchos.
El máximo culpable de que Connors haya perdido varios de esos récords es Federer, quien, entre otras cosas, lo alcanzó como máximo ganador del Abierto de los Estados Unidos (5, al igual que Pete Sampras) y lo superó en partidos ganados en Wimbledon. Sin embargo, el norteamericano todavía puede darse el lujo de decir que es el máximo ganador de partidos (1274), el que más finales individuales alcanzó (164, lo que le da una efectividad del 66,4%), el que más veces llegó a semifinales (240) y el que más veces se clasificó al torneo de final de temporada, entre otros ítems que engalanan los números de su carrera profesional.
Por último, como para hacer más completo su palmarés, el oriundo de Illinois fue parte del equipo de su país que ganó la Copa Davis en 1981 tras derrotar en la final a la Argentina. Y aunque las cifras representando a los Estados Unidos —algo que hizo por primera vez en 1975— no se acercan a la excelencia que supo mostrar en el circuito, lo cierto es que no se le puede achacar algo que le ha pasado a muchos grandes tenistas, teniendo como ejemplo contemporáneo más destacado a Federer, quien también tiene un solo título de Copa Davis (2014).
Con tamaños números de su lado, es difícil entender cómo Connors no posee una popularidad como la que ostentan rivales contemporáneos a él como el sueco Björn Borg, su compatriota John McEnroe o el argentino Guillermo Vilas. Pero afortunadamente para él, el tenis es una disciplina sumamente estadística y las estadísticas no mienten, pues nos dicen que Jimmy Connors fue uno de los mejores tenistas de todos los tiempos al punto de tal de que, a 24 años de su retiro, todavía encabeza muchos de los récords del deporte que lo vio brillar.
Imagen destacada: US Open.

