
La peculiar bandera de la Ciudad de Buenos Aires
Cada Estado en diferentes partes del mundo, por más pequeño que sea, tiene su distintivo. Ese estandarte que lo representa, que lo define y que lo hace único. Por supuesto, en la Argentina no existe la excepción y, mucho menos, en su capital, la ciudad de Buenos Aires.
La metrópoli más poblada del país tiene el mismo estatus que el resto de las 23 provincias del país y, como no podía ser de otra forma, también tiene su bandera. A pesar de que muchos pueden no reparar en ese detalle, Buenos Aires tiene una bandera que se diferencia por varios motivos de las del resto de las provincias y, entre ellos, hay un detalle que la hace ser polémica: la referencia al pasado español.
El emblema porteño posee un fondo totalmente blanco y, justo en el medio, se halla un águila que sostiene una cruz con su pata derecha, además de tener una corona en su cabeza y estar rodeada por cuatro aguiluchos.

Si se analiza la originalidad de la bandera capitalina, se encontrará que sólo las de otras dos provincias tienen un fondo de color blanco: las de Jujuy y San Luis. Por otro lado, si se tiene en cuenta la simbolización de un animal, sólo tres banderas se le asemejan: las de San Luis (venados), Tierra del Fuego (albatros) y La Pampa (el caballo sobre el que está montado un habitante originario, si se tiene en cuenta el escudo).
Pero lo que verdaderamente diferencia al estandarte de Buenos Aires con respecto al de las demás provincias es la simbolización del origen español de la ciudad. El águila representa justamente la colonización española, la cruz —de la Orden de Calatrava— se refiere a la evangelización llevada a cabo, la corona evoca a la monarquía ibérica y los aguiluchos simbolizan a las cuatro ciudades fundadas en aquel entonces —siglo XIV— por los españoles: Buenos Aires (que en un principio se llamó Ciudad de La Trinidad), Santa Fe, Corrientes y Concepción del Bermejo (que se hallaba en el actual territorio chaqueño).
La referencia a España de la bandera porteña fue oficializada en 1995 pero, de todas formas, aún es resistida por aquellos que la consideran una ofensa hacia los pueblos originarios que habitaron y habitan el suelo argentino. Fue por ese motivo que en 2010 Adrián Camps, quien se desempeñaba como legislador del partido Proyecto Sur, elevó un proyecto de ley para modificar el símbolo de la capital de la nación.

A pesar de las controversias, la bandera de Buenos Aires sigue de la misma forma en la actualidad e, incluso, se la puede ver flamear a escasos metros del Obelisco, uno de los puntos porteños más transitados todos los días.
Imagen destacada: Martín Bugliavaz.

