Laura Otero: «Me gusta saber que hay personas que lograron emigrar gracias a alguna recomendación mía»

«Haz de tu vida un sueño y de tu sueño una realidad». Con esta sabia frase de El principito, el escritor francés Antoine de Saint-Exupéry continúa hasta el día de hoy inspirando a todas aquellas personas que leen una obra maestra que, según dicen, se renueva con el paso del tiempo. Sin embargo, no siempre es necesario acudir a la literatura para encontrar la motivación que nos lleve a conquistar nuestros sueños. A veces, basta con mirar a nuestro alrededor para encontrarse con historias como la de Laura Otero.

Oriunda de la localidad bonaerense de Ramos Mejía, Laura es una periodista argentina de 33 años que desde el 2019 reside en Europa, donde brinda consejos para emigrar a través de su sitio web y sus redes sociales. Tras licenciarse en Crítica de Artes —con especialización en cine—, decidió tomar el camino del periodismo debido a su pasión por la comunicación. Por ese oficio de contar historias que sentía latente en su interior y que hoy no sólo es la base de su sustento, sino que además es la herramienta que utiliza para comunicar otra de sus pasiones: los viajes.

Aquellas aventuras que la llevaron a conocer diferentes partes del mundo hoy en día la sitúan en Europa, el continente que, cual imán, la atrajo poco a poco a continuar su vida allí para avanzar en una trayectoria profesional que en Buenos Aires se veía acotada. Su camino en el Viejo Continente comenzó en Ámsterdam, continuó en Barcelona y actualmente la ubica en Madrid, ciudad en la cual se hizo un tiempo para conversar con este sitio a pesar de su reciente mudanza.

¿Cómo surgió estudiar algo tan original como Crítica de Artes y dónde lo hiciste?

Al terminar la escuela secundaria estaba convencida de estudiar artes pero me resultaba tedioso hacer el Ciclo Básico Común (CBC) de la Universidad de Buenos Aires (UBA), así que decidí buscar alternativas viables a esa carrera dentro del ámbito público de Buenos Aires. Me encontré con la Licenciatura en Crítica de Artes del Instituto Universitario Nacional de Arte (IUNA, hoy Universidad Nacional de las Artes) y me gustó bastante el programa porque además de brindar formación en un arte específico a elegir en el último año de carrera (cine en mi caso) proveía una formación bastante completa en otras artes.

¿Por qué luego te volcaste al periodismo? ¿Dónde hiciste la maestría?

Porque lo que más me gusta a mí es comunicar, contar una historia, acercar noticias al público y sentía que la carrera de crítica no me había dado las herramientas necesarias para hablar de algo que no fuera arte. Por otro lado, ampliar el panorama de conocimiento me permitió ampliar mis posibilidades laborales. Hice la maestría en 2015 en la Universidad de San Andrés.  

¿Cómo terminaste dedicándote particularmente a los deportes dentro de lo que es la comunicación?

Un poco por casualidad y otro poco por pasión. A finales de 2017 estaba planeando mi segundo viaje largo en solitario por Europa, en Argentina no encontraba trabajo y quería aprovechar el tiempo libre y los ahorros en algo que me diera felicidad. Un día como cualquier otro, por una compañera de la maestría me enteré de que en River estaban buscando una periodista que, además, pudiera llevar adelante las redes sociales del club y tuviese conocimiento de periodismo digital. Apliqué a ese trabajo y, después de varias entrevistas y una prueba de cámara, logré entrar en River y, de esa manera, en el mundo de los deportes. 

¿Cómo se dio tu desembarco en Europa? ¿Era algo que ya tenías en mente cuando estudiabas o surgió de un momento a otro?

Siempre tuve presente vivir en Europa en algún momento de mi vida y creo que, sin saberlo, fui moviendo las fichas adecuadas para que eso sucediera. La situación actual surgió por un deseo de crecimiento laboral que no veía posible en mi propio país. Quería seguir trabajando en el ambiente del fútbol y crecer como comunicadora digital, pero en la Argentina la situación de las mujeres en ese ámbito es un poco difícil porque es complicado que nos consideren activamente para roles que fueron desde siempre ocupados por hombres. Por eso amplié mi búsqueda laboral a Europa y así surgió mi primer trabajo para una empresa de los Países Bajos que me contrató estando aún en la Argentina. Mi mudanza a Europa fue un privilegio porque lo hice con un trabajo asegurado.

Hace poco en Instagram dijiste que no extrañás el país. ¿Las condiciones de la Argentina influyeron a la hora de irte?

Sí, sin duda. Influyeron sobre todo la inseguridad y la poca proyección profesional que había para mi carrera en el país. Obviamente, la falta de estabilidad económica y la tensión social son parte de las razones por las cuales al día de hoy sigo eligiendo vivir afuera, pero no fueron para mí un desencadenante particular.

¿Cómo se dio la idea de comunicar a través de tus redes sociales y particularmente cómo se fue dando esa especialización en migración que mostrás hoy?

Otra vez, un poco por casualidad. Siempre comuniqué sobre viajes en redes sociales y cuando vivía en Ámsterdam no sentía que la gente se interesase particularmente por emigrar a ese país. Cuando me fui a vivir a España, las cosas cambiaron y descubrí que hay muchísima gente interesada en venir a vivir acá. Sumado a esto, la situación de la pandemia sumó para que en la Argentina las cosas se complicasen y, en consecuencia, para que la gente piense en emigrar. De a poco empecé a hablar cada vez más de emigrar a España y hoy es casi mi tema principal en las redes.

¿Notás que en este contexto las consultas para emigrar del país se incrementaron?

Sí, muchísimo. Desde hace tres meses a esta parte las visitas a mi web se triplicaron, así como también las consultas que me hacen a mí por las redes. 

¿Qué significa para vos orientar a tantas personas que te toman como una referencia en cuanto a migración?

Por un lado, mucha alegría; me gusta saber que hay personas a quienes mis consejos les fueron útiles o que lograron emigrar a España gracias a alguna recomendación mía. Por otro lado, bastante presión; emigrar es una decisión difícil y personal que recae sobre cada uno. Yo puedo contar mi experiencia y compartir las noticias, pero no soy ni abogada ni gestora ni trabajo en el consulado, por eso mi énfasis es siempre chequear cada caso con la autoridad pertinente.

¿Qué es lo que más te gusta de tu vida en Europa y qué es lo que menos te gusta?

No hay una sola cosa, pero entre las que más me gustan están la seguridad, la estabilidad económica y la posibilidad de viajar con poco dinero. Lo que menos me gusta es que esté tan lejos de la Argentina y de la cancha de River.

En una época difícil para el mundo, resultan más que valiosas las historias de aquellas personas que dejaron muchas cosas atrás para intentar tener una vida mejor. Está claro que no es fácil abandonar la zona de comfort, pero Laura Otero demostró que es posible. Porque si se trata de perseguir los sueños, crecer y ser feliz, no hay límites geográficos que valgan.

Imagen destacada: Instagram (@lauritaotero)