Literatura

Narnia, un complejo mundo literario hecho para niños y adultos

Es probable que muchos hayan conocido la palabra Narnia en 2005, cuando se estrenó en cines El león, la bruja y el armario. Sin embargo, la película tan sólo fue la adaptación de uno de los siete libros que el escritor británico Clive Staples Lewis ambientó en una mágica tierra donde imaginó a humanos, enanos, brujas y animales parlantes conviviendo.

A ese primer film que dio a conocer Narnia a una nueva generación —pues los libros fueron publicados a mediados del siglo pasado—, le siguieron otros dos más: El príncipe Caspian (2008) y La travesía del Viajero del Alba (2010). Sin embargo, la disminución de las recaudaciones y el rápido crecimiento físico de los actores protagonistas hicieron que la saga no explotara al máximo su potencial, algo que se espera en un futuro próximo pues ahora los derechos están en manos de Netflix, quien ya anunció películas y series. Y la verdad es que, si se planifica bien, la compañía norteamericana puede sacar mucho provecho de un universo enorme que tiene mil aristas para mostrar tanto en la pantalla chica como en la pantalla grande.

C.S. Lewis, el creador de Narnia.

LOS MENSAJES COMPLEJOS Y REALES DETRÁS DE UNA TRAMA QUE PARECE PURA FANTASÍA

Lo primero que llama la atención al leer cualquiera de los libros de Narnia es su narración, pues en una tercera persona se describen las acciones de los personajes a la vez que se dan claros mensajes para los lectores más pequeños. Si alguien vio las películas antes de recalar en los libros, es muy probable que se sienta asombrado por cómo Lewis narra los hechos a través de sus siete libros, que en un principio tienen más el cariz de cuentos de hadas que de historias de acción.

Sin embargo, detrás de esa narración que parece infantil se esconde un mensaje complejo. Pues sucede que, detrás de las enseñanzas prácticas que el narrador les da a los más chicos —como, por ejemplo, que encerrarse en un armario y trabar la puerta no es una buena idea—, hay una analogía en la cual se compara a Narnia con la Tierra. Porque, según el autor, comparado con nuestro planeta Narnia es un mundo joven creado por el león parlante Aslan recién cuando los protagonistas de la primera historia —El sobrino del mago— aparecen allí tras querer escapar de una malvada bruja. Pero como el tiempo avanza en Narnia mucho más rápido que en la Tierra, cada vez que los protagonistas vuelven a entrar a ese mundo mágico en los diferentes libros se encuentran con que Narnia manifiesta males que también aquejan a su propio planeta: codicia, delincuencia, corrupción y muchos otros problemas que originan estallidos sociales y guerras civiles. Y esa es tal vez la mayor genialidad de Lewis en lo que a la saga de Narnia respecta, pues el escritor británico logró transmitir en palabras sencillas y argumentos fantásticos y entretenidos esa moraleja de que nuestro mundo, al igual que Narnia, se va a extinguir si no se cambian todas aquellas costumbres nocivas que tenemos los seres humanos.

Y siguiendo la misma línea de las analogías y las moralejas, Lewis también abordó con la saga de Narnia la espiritualidad. Porque Aslan vendría a ser una especie de divinidad que se encarga de crear Narnia con sus mejores intenciones, pero también de destruirla cuando ve que su creación se ha ido por el mal camino. La última batalla, que es el libro que concluye la saga, muestra a una Narnia deshecha por su creador, quien además se lleva a los protagonistas a su tierra, que no es nada más ni nada menos que una representación del cielo. Otro acierto del autor, que también a través de palabras simples e historias fantásticas logra llevarles a los más chicos temas complejos como la moralidad y la muerte, mientras que, al mismo tiempo, hace pensar a los más grandes.

Afiche de la primera adaptación cinematográfica de una de las historias de la saga de Narnia.

LA ORIGINALIDAD DE PODER LEER LA SAGA DE FORMAS DIFERENTES

Otra de las cosas interesantes y peculiares de la saga de Narnia, más allá de lo que las historias contienen en sí, es que hay dos grandes formas de leerlas. Una de ellas tiene que ver con el orden de publicación, que sería de la siguiente manera:

  1. El león, la bruja y el armario (1950)
  2. El príncipe Caspian (1951)
  3. La travesía del Viajero del Alba (1952)
  4. La silla de plata (1953)
  5. El caballo y el muchacho (1954)
  6. El sobrino del mago (1955)
  7. La última batalla (1956)

En ese orden comenzaron a ser realizadas las películas, pero lo cierto es que no tiene mucho sentido porque las historias cuentan con una cronología que nada tiene que ver con el orden de publicación. Esto mismo lo advirtió un joven lector, que le envió una carta a Lewis consultándole si el orden que él creía coherente era el correcto. El autor le respondió la carta al niño dándole la razón, y desde aquel entonces el orden cronológico para leer y conectar las historias es el siguiente:

  1. El sobrino del mago
  2. El león, la bruja y el armario
  3. El caballo y el muchacho
  4. El príncipe Caspian
  5. La travesía del Viajero del Alba
  6. La silla de plata
  7. La última batalla

Este es el orden en el que actualmente se comercializan los libros, de manera que el lector pueda seguir a Narnia desde el principio de sus días hasta el final de ellos. Leyendo de esta manera, se puede comprender bien todos los sucesos que ocurren en aquel mundo mágico y también apreciar mejor el desarrollo de los personajes, que van creciendo y conectándose entre sí a medida que los libros avanzan. Tal vez el único libro de todos ellos que no tiene mucha relación con la historia principal es El caballo y el muchacho, pero es importante su lectura para conocer las otras tierras que rodean a Narnia, que tomarán trascendencia en libros posteriores.

De todas formas, leyéndola de una u otra manera la saga de Narnia definitivamente vale la pena. Porque sus historias llenas de fantasía son muy entretenidas y se leen rápido, y también porque dejan mensajes que, ya sea de chicos o de grandes, todos necesitamos comprender. Pues en definitiva, más allá de la magia, las brujas y los animales parlantes, Narnia es más parecida a nuestro mundo de lo que nosotros creemos.

Imagen destacada: Martín Bugliavaz.

Periodista y escritor. Me gusta contar historias.

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