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Vozenoff: «Somos una banda original, sentimos lo que hacemos»

Ushuaia tiene magia. Un encanto particular que le brinda el hecho de ser la ciudad turística más austral de la República Argentina. La capital de la provincia de Tierra del Fuego deslumbra con sus maravillas naturales como el glaciar Martial, la laguna Esmeralda o los lagos Fagnano y Escondido, pero también con su prolija y extensa avenida San Martín, el imponente y llamativo Hard Rock Café o la gran oferta de museos, entre los que se destaca el Museo del Presidio.

Sin embargo, eso no es todo. Porque Ushuaia, además, posee un particular brillo musical gracias a una representación que le da otro motivo más para sentirse orgullosa y privilegiada dentro del territorio nacional. Aquella representación se llama Vozenoff.

La banda integrada por Ariel Durán (voz), Federico Dal-Molin (bajo), Leo Viturro (guitarra) y Fernando Cingolani (batería) no sólo muestra muchos de los paisajes de su ciudad a través de sus videos, sino que además tiene el honor de representarla en cada lado que visita fuera de la isla. Un proyecto que comenzó hace ya siete años y que apunta cada día a ir por más.

De izquierda a derecha: Fernando, Leo, Ariel y Federico. Foto: Vozenoff (Facebook).

LOS PRIMEROS PASOS EN EL SUR

La historia comenzó el 16 de febrero de 2013. Ese día fue el cumpleaños de Cristian Durán, un evento que se convirtió en la tierra donde germinó la semilla musical de su hermano Ariel, quien recientemente había vuelto a Ushuaia desde Posadas, en la otra punta del país. Aquella celebración fue la excusa ideal para improvisar una banda que, con el tiempo, se terminaría transformando en algo verdaderamente serio.

«La banda la encaramos con Cris, mi hermano, que se había comprado una batería y estaba aprendiendo a tocar; con mi primo Gabriel, que tocaba la viola; Fede Dal-Molin en el bajo y yo en la voz. Ensayamos apenas un par de canciones que tenía compuestas e hicimos nuestro primer show de tres temas en el cumpleaños de Cris», explicó Ariel Durán acerca de los inicios de Vozenoff. «Tocamos toda la noche los mismos tres temas una y otra vez y salió tan bueno que al otro día los cuatro decidimos juntarnos a ensayar y armar algo serio. Cris se bajó mucho después y se fue a vivir a Córdoba», amplió.

Esa jornada fue el puntapié inicial de una agrupación que decidió encarar algo formal para progresar en la industria musical y que, llegado el momento de darse a conocer, necesitó un nombre. Tras varias vueltas de tuerca, la denominación definitiva llegó por el lado filosófico tras llegar al común acuerdo de que, para ellos, la música es una especie de voz en off donde no importa cómo son los intérpretes de las canciones, sino los sentimientos que a través de ellas se transmiten.

Versión acústica de «Cometas», llevada a cabo en su sala de ensayo, donde se grabaron dos de sus cuatro discos. Video: Vozenoff (YouTube).

Con la idea de difundir su producto, todos los integrantes encararon el objetivo de manera profesional, tal como señaló Ariel: «Empezamos a ensayar muchísimo, tres veces a la semana varias horas. Fede tenía en la casa un quincho que transformamos en sala y ahí nació todo». Ya en aquellos tiempos de esfuerzos y sacrificios, los resultados del trabajo realizado empezaron a apreciarse a través del feedback de los ushuaienses, que encontraron en Vozenoff una propuesta distinta.

«Grabamos canciones caseras. En ese tiempo los CD’s vivían, grabamos un demo y empezamos a repartir ese material en todos lados, a tirar mucho en los bares de la ciudad. Y en poco tiempo la gente se copó, había nacido una banda pop en la ciudad con un estilo muy marcado», detalló el vocalista.

Así fue hasta que, producto de la perseverancia y la pasión por la música, llegó la primera gran oportunidad de la mano del estudio «El Faro» de Ushuaia, cuyos integrantes vieron en Vozenoff algo especial para crecer en la ciudad. «El estudio ‘El Faro’ recién empezaba y nosotros también. Nos escucharon en un recital y se contactaron con nosotros, tuvimos una propuesta y grabamos nuestro primer material ahí», contó Durán.

Así nació el primer disco de la banda, que fue lanzado en 2015 y se tituló No pongas música. De esa manera, a dos años de tomar la decisión de emprender un camino profesional, Vozenoff presentó en sociedad su primer álbum de estudio, que luego sería seguido por tres más: De sala (2016), Me voy (2017) y La oportunidad (2019).

«BANDA SOPORTE» Y EL GRAN SALTO

Tras ese primer e importante paso dado junto al estudio «El Faro», la banda siguió su camino dentro de Tierra del Fuego presentándose en la mayor cantidad de eventos posible y, a la vez, llevando a la cabo una práctica poco habitual: tocar las canciones antes de que tengan su versión de estudio. «¡Siempre tocamos los temas antes de grabarlos porque nos gana la ansiedad! Hay emociones en un estudio y otras muy distintas en los vivos», afirmó el vocalista efusivamente.

Hasta que llegó el 2017. Ese año fue un punto de inflexión para Vozenoff, que fijó su rumbo hacia Buenos Aires para concretar dos grandes objetivos: la culminación de su tercer álbum de estudio (Me voy) y la participación en el «Mundial de Bandas», un concurso organizado por el programa «Banda Soporte» del canal Quiero.

https://www.youtube.com/watch?v=K5dCGLg9xnA
Videoclip de «Me voy», que llamó la atención de los productores de «Banda Soporte». Video: Vozenoff (YouTube).

El disco, que fue lanzado al mercado en septiembre de ese año, fue grabado en la sala de ensayo de la banda en Ushuaia —al igual que De sala, que lleva ese nombre justamente por ese motivo—, pero fue mezclado en «Del Parral» y masterizado en “Mastering & Audio Post”, estudios ubicados en la Capital Federal. Un destino que se transformó en una soga clave para esa empezar a concretar esa escalada tan deseada.

«Buenos Aires es muy completa para un artista, si tenés una rueda de prensa estás o vas directamente al núcleo de los medios que se ven reflejados en todo el país», analizó Durán. «Los festivales, los lugares para tocar, grabar o masterizar un disco o simplemente para estudiar, allá tenés mucha variedad y de los estilos que quieras. Todo es más accesible en la capital», agregó.

Sin embargo, lo más trascendental para Vozenoff en 2017 fue la participación en el concurso de «Banda Soporte», para el cual los productores la convocaron tras ver su video del sencillo Me voy. Allí llegó a una final que no pudo ganar —se consagró la banda Secuaces de la ciudad bonaerense de Lanús—, pero que le abrió una puerta más que interesante para adentrarse en la industria.

Vozenoff interpretando «Que se detenga» en el programa «Banda Soporte». Video: Vozenoff (YouTube).

«Nos enteramos por flyers y participamos, era por votaciones y quedamos. Yo creo que los concursos más allá de ir y competir siempre te abren un panorama en los medios, conocés personas del ambiente, artistas de otros lados y te vas dando una idea de cómo se maneja. Es una buena experiencia», aseveró Ariel en referencia al paso del grupo por el certamen.

La experiencia terminó siendo fructífera para los ushuaienses, que poco tiempo después firmaron para el sello discográfico Pirca Records, para el que grabaron el cuarto álbum, La oportunidad. Un hecho que para ellos significó un gran avance en su carrera, por lo que el músico aseguró: «A partir de ahí empezamos a tener ruedas de prensa y shows, a aparecer en medios como MTV, Quiero Música y un montón de cosas. En tema medios esa firma nos ayudó un montón, hicimos un salto grande con respecto a eso».

LA ESENCIA DEL ORGULLO FUEGUINO

¿Pero qué hace tan especial a Vozenoff? ¿Qué fue eso que atrajo a los ushuaienses a escucharlos y seguirlos en cada show? ¿Qué fue lo que cautivó a los productores de «Banda Soporte» para darles la chance de desplegar su arte en sus estudios?

Respuestas a esos interrogantes hay varios, pero la base de la banda fueguina es su originalidad, que se puede apreciar en varios aspectos. Uno de ellos —y por supuesto el más importante— es su música, que hoy podría enmarcarse dentro del pop pero que, sin embargo, en un principio no fue concebida de esa manera. «Queríamos hacer una especie de ensamble entre el candombe y el rock, ¿pero hacíamos pop? Nunca supimos qué queríamos hacer», se sinceró Durán.

Videoclip de «La oportunidad», tema con el cual alcanzaron una mayor notoriedad. Video: Vozenoff (YouTube).

La explicación que ellos mismos encuentran a ese estilo tan propio tiene que ver con los gustos particulares de cada uno, que son variados. «Venimos de palos distintos, yo siempre fui muy del pop, por ejemplo de Babasónicos o Cerati. Cada uno tiene sus influencias que se ensamblan cuando creamos», contó la voz de la banda, que muchas veces es comparada con la de «Chano» de Tan Biónica. Con respecto a eso, explicó: «Hay canciones de corte en los medios que tienen muchos syntes (N. de R.: sintetizadores) y ese estilo de pop es similar al de Tan Biónica o Babasónicos, cuyas influencias claramente tenemos».

De todas maneras, su autenticidad no pasa sólo por su música, sino también por el lugar desde el cual la generan. Una provincia que no posee un historial de músicos que hayan logrado trascender más allá de su territorio, pero que sin embargo les brindó un espacio que se tornó en una parte importante de sus cimientos: la Fiesta Nacional de la «Noche más larga».

«Ser músico en Ushuaia es como en cualquier parte del mundo, siempre depende de a lo que uno aspire. La ciudad está en una isla, acá si tenés suerte tocás en uno de los pocos bares que hay o en algún festival hecho por el under. La ‘Noche más larga’ es la fiesta local organizada por el Estado,  tocamos varios años consecutivos y nos fue muy bien», confesó Ariel.

Tal es la importancia de Vozenoff para Tierra del Fuego, que con el paso del tiempo la banda traspasó los límites de Ushuaia para ser declarada de «Interés Cultural» en Río Grande, la ciudad industrial por excelencia de la provincia. Algo que, sin embargo, el vocalista relativizó: «Declararon de interés cultural en Río Grande algún que otro proyecto, al igual que en Ushuaia. Nosotros creemos que el público es el que declara de interés o no la música que hacemos«.

Imagen correspondiente al videoclip de «Tus ojos», con los paisajes de Ushuaia de fondo. Foto: Vozenoff (Facebook).

En referencia a la combinación de esos dos grandes factores que componen su esencia auténtica, Ariel definió con orgullo: «Claro que somos una banda original, sentimos lo que hacemos y venimos de palos muy distintos los que convivimos en esta historia que creamos. Cada sonido, cada palabra usada en estas canciones siempre quieren decir algo, quieren soltarse por naturaleza. Ahora la banda amoldó un lugar dentro del pop/rock».

Está claro que con el correr de los años, desde su creación en 2013 hasta la actualidad, Vozenoff se hizo un lugar en la escena musical. Desde el sur argentino sus integrantes viajaron hacia Buenos Aires para difundir un arte que aún no les permite llenar sus bolsillos, pero sí sus corazones.

«Vivir de la música todavía no. Es que nunca se sabe tampoco, ¿no? Podés con una canción explotar todo por el aire y de repente estar viviendo de la música o a paso de hormiga como nosotros que venimos sin puntualizar en que tenemos que vivir de esto, pero sí en hacer lo que queremos, lo que nos gusta y obviamente que nos escuchen». Un fervoroso deseo que el tiempo está convirtiendo en realidad y que inició en Ushuaia, a pesar de ser considera como la tierra del «fin del mundo».

Imagen destacada: WintchX (Juan López Osornio).

Periodista y escritor. Me gusta contar historias.

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