Literatura

«Nerve», una historia tecnológica que invita a la reflexión

En ocasiones algunos libros generan rechazo tan sólo por un prejuicio. Por su portada, por su título o por el nombre desconocido de su autor. También pueden evaporarse las ganas de leerlo al ver la sinopsis en la contratapa. Todo eso puede ocurrir y tal vez, a priori, sea el caso de Nerve, una novela publicada en 2012 que fue adaptada a la pantalla grande en 2016.

«Vee normalmente se mantiene en segundo plano, pero no lo piensa dos veces cuando tiene la oportunidad de participar en un show de retos en línea». Así retrata la historia una oración de su sinopsis, que sumada a la fotografía de una adolescente que suele ilustrar la portada en las diferentes ediciones da a entender que se trata de un relato juvenil poco profundo. Se puede caer en la trampa de pensar que es una típica historia de superación de una persona tímida que empieza a romper los moldes a partir de un hecho en su vida. Y, aunque en parte es cierto, Nerve es mucho más que eso.

La novela de la escritora estadounidense Jeanne Ryan es una obra bastante atípica, a decir verdad. Porque por un lado es cierto que cae en el lugar común americano del joven que quiere salir de donde está, que quiere hacerse ver y que lo consigue a pesar de que, en el camino, tenga que atravesar obstáculos. Pero esos obstáculos son los que justamente hacen particular a esta obra.

Nerve es, en esta historia, un sitio online que le ofrece dinero a las personas que cumplan determinados retos que serán transmitidos en vivo por su plataforma. Una especie de reality show 2.0. Aunque del origen y de la conformación de la compañía nada se sabe, la joven protagonista, Vee, comienza a aceptar esos desafíos para demostrarse a sí misma que puede dejar de ser una persona introvertida —y, de paso, ganar obtener dinero y otras cosas a cambio—, pero con el pasar de las páginas se va metiendo en un laberinto sin salida que está repleto de riesgos.

Emma Roberts protagonizó la versión cinematográfica de Nerve en 2016. Foto: Lionsgate.

Lo que parece ser un simple juego tecnológico en una novela juvenil en verdad es algo mucho más complejo. Porque Vee ingresa al mundo de Nerve para intentar dejar atrás su timidez tras sufrir un mal de amores, pero luego continúa haciéndolo por la popularidad que gana en una plataforma en la que cuenta con «admiradores» a lo largo de todo el mundo. Leyendo entre líneas, el mensaje que esto deja es que ser tímido no es un motivo de vergüenza sino una característica más de la personalidad de una persona, por lo que no es necesario demostrarse nada a uno mismo y, mucho menos, a otros.

Si esa moraleja que la autora hawaiana imprime en el papel es motivo de aplausos, lo es todavía más el hecho de que con la plataforma Nerve haya trazado un paralelismo entre la ficción y la realidad. ¿O acaso las infinitas redes sociales no hacen las veces de Nerve en nuestras vidas? ¿Cuántas personalidades proclamadas como influencers hacen determinadas cosas para obtener más interacciones? ¿Esas interacciones no buscan, a la corta o a la larga, conseguir popularidad y/o dinero?

La historia de Vee —que, como no podía ser de otra manera, experimenta una intensa atracción con un compañero de aventuras de Nerve llamado Ian— cuenta con un final que invita a la reflexión a los espectadores del juego, pero también a los lectores. ¿Cuánta intimidad estamos dispuestos a resignar y cambio de qué? ¿Acaso vale la pena?

Imagen destacada: Martín Bugliavaz.

Periodista y escritor. Me gusta contar historias.

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